Vivimos en los últimos tiempos un preocupante auge de la extrema derecha en países de todo el mundo: Brasil, Hungría, Polonia, Estados Unidos, la lista es larga. Sufrimos también, en nuestro país, su irrupción en gran parte de las instituciones públicas que nos gobiernan, desde las instancias más altas hasta el más pequeño de los ayuntamientos. Un fascismo renovado que sepresenta sin complejos, con un programa ideológico meridianamente claro contra los derechos de las mujeres, contra las personas migradas, contra la diversidad, la libertad de expresión y de pensamiento y el mismo planeta. En resumen, una corriente autoritaria que promueve la deshumanización del otro. A la vez, esta semilla fascista ha vuelto a tomar la calle, mostrándose violenta y feroz con una frecuencia preocupante, sin vergüenza, orgullosa de sus raíces.
Ante su campaña de odio, nosotros apostamos por una cultura radicalmente democrática y tolerante. Queremos alimentar un frente común y amplio, espoleado desde todas las trincheras, organizaciones e instituciones, desde todas las sensibilidades de la sociedad civil y opciones políticas, desde todas las disidencias y diversidades posibles. Queremos hacer crecer la semilla que nos legó Guillem Agulló, asesinado hace más de 26 años por estamisma ultraderecha que hoy nos amenaza. Queremos hacer vida de la memoria de Guillem.
Guillem Agulló tenía 18 años cuando, la madrugada del once de abril de 1993, fue asesinado de una puñalada en el corazón por un grupo de extrema derecha. El juez calificó el caso de pelea entre jóvenes y solo condenó a uno de los autores del crimen, Pedro Cuevas, a catorce años de prisión, de los que finalmente tan solo cumplió cuatro. 26 años más tarde, Cuevas, detenido en otras ocasiones por casos como la operación Panzer, y los que son comoél, siguen siendo ejemplo de la impunidad con que ha podido contar, especialmente en el País Valencià, la violencia de los grupos de ultraderecha.
Durante todos estos años, innumerables personas, organizaciones y colectivos, pero especialmente la familia de Guillem, hemos denunciado el carácter político de su asesinato y su impunidad.
Con ese mismo espíritu presentamos, ahora más que nunca, LA LLUITA CONTINUA, una campaña de movilización social, política y de recuperación de la memoria democrática. LA LLUITA CONTINUA pretende ser un instrumento de lucha desde la cultura, los feminismos, el antifascismo, la defensa de los Derechos Humanos, el antirracismo y las organizaciones políticas, que nos agrupamos en torno a un objetivo común hacia un mundo abierto, justo y solidario. Pero sobre todo porque el fascismo no nos vuelva a robar nunca más la vida de ningún joven.
Es por eso que firmamos este manifiesto, que es un punto de partida para defender la vida.
Ahora más que nunca, Guillem. Ahora más que nunca, LA LLUITA CONTINUA.